Esquí y snowboard
El invierno transforma Andorra en un auténtico paraíso blanco para los amantes del esquí y el snowboard. Con más de 300 kilómetros de pistas repartidas entre Grandvalira, Pal Arinsal y Ordino Arcalís, el país ofrece dominios esquiables de primer nivel, modernos y bien conectados, tanto a principiantes como a esquiadores expertos. Las estaciones cuentan con escuelas de esquí, snowparks y espacios freeride para quienes buscan emociones fuertes fuera de pista.